lunes, 8 de diciembre de 2008

Mi aventura de ser docente

Reflexiones sobre la lectura : “La aventura de ser maestro” de José M. Esteve.


En lo particular me identifiqué plenamente con esta lectura, ya que repasando mi escrito sobre la confrontación con mi docencia, entiende magistralmente por lo que he pasado y padecido al inicio de mi carrera docente. Pasar por la ansiedad y por el revestimiento neurótico de yo soy el maestro y ustedes los ignorantes, yo la que me digno a lucirme con mi sabiduría no importando si me entiendes o no.
Si, aprendí tomando el camino más doloroso, ensayo y error, doloroso para mí y para mis alumnos que son seres necesitados de modelos de vida, que les muestre mundos desconocidos y que depositan en nosotros su fe. Ese acto de fe que exige por naturaleza inocencia, materia esencial de aprendizaje sin ropajes ni armaduras.
Sí, sentir y pensar, pensar y sentir es lo que nos hace “humanos demasiado humanos” y no dioses con pies de barro. Nuestra misión no es que nos adoren y humillarlos por eso, nuestra misión es ser guías en la exploración de nuevos mundos de conocimiento y tecnología. Mi papel es darles las herramientas para que sean ellos los que descubran y redescubran el mundo y lo vean con ojos nuevos, con mirada limpia de prejuicios. Me toca darle forma a su manera de pensar, libre de creencias limitantes y lograr la ansiada pregunta ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?
“Recrear el estado de curiosidad” gran principio filosófico ¡qué gran tarea!
Y otra gran responsabilidad, promover de forma continua la autorreflexión: “¿Qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos? ¿Qué les voy a aportar? ¿Qué espero conseguir?”
En la tarea, efectivamente, me encuentro con dificultades, el deber ser y el cómo llegar a ser, el cómo es lo que me ha empeñado e impulsado a seguir preparándome pues me encuentro con que en cada generación tengo que reinventarme y no sólo eso con cada grupo, con cada alumno.
¿Quién lo iba a decir?
Lo que más amo intelectualmente no me lo dio el estudio de una carrera sino mi quehacer en el aula, la generación en mis alumnos del amor al conocimiento “Filosofía” .

1 comentario:

Blanca dijo...

Que tal Normita.

Con respecto a tu aventura de ser maestra, coincido contigo pero en lo particular me gusto ya que me identifico porque también lo realizo con mis alumnos, promover de forma continua la autorreflexión: “¿Qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos? ¿Qué les voy a aportar? ¿Qué espero conseguir?
No tenemos otro camino mas que este que estamos llevando actualizándonos y sobre todo tomar en cuenta siempre nuestra actitud.
Te mando un saludo afectuoso